Hola amigos que bonito es recordar, os voy hablar de hace unos 14 años, allá por el mes de Mayo, apostado en patio de mi casa de soltero, escuche los sonidos de una banda que tocaba por aquellos lugares que yo había jugado cuando chico y al salir al rellano de la puerta acompañado de mi hijo con tres años, la mirada se le fue para la esquina 

"allí estaba"

 dando una chicota de Reyes estaba el paso del Pequeño costalero, arranco corriendo y miro al

"Maestro"

a ese hombre tan alto, lo miro y le dijo 

"agárrate al patero y siéntelo"

Hizo todo el camino agarrado al patero, no hubo alma que lo soltara y dije para mi, lo han cautivado, preso de su ilusion, esa noche no durmió soñando los días que le quedaban. Al año ya estaba a las ordenes del Maestro y sus auxiliares.

 Entre por esas puertas y de la mano llevaba a mi hijo y a mi ahijado.

Le pregunte 

"se puede"

"adelante"

quieren ser costaleros

pues poneros al lado mia

que os voy a enseñar a andar con el izquierdo racheado bueno yo soy 

MANUEL

los fajo y les hizo el costal un ángel de la exaltación, luego otro ángel que ahora esta en el cielo les enseño el paso

 Ahora ese niño que se agarro al patero es ya un hombre y antes que el hay muchos niños mas que siguen luchando por lo que un día le infundio Fe, lealtad, amista y hermandad, hay sigue luchando todos por algo que creen que tiene valor, un valor incalculable.

 Esa labor por seguir enseñando a los niños de Sevilla a trabajar debajo de un paso con los mandamientos de un costalero, esa labor pues cuesta y gracias a las directivas y amigos que de manera voluntaria han venido a enseñar y a luchar porque estas instalaciones estén funcionando todo el año.  

 A todos los que desde hace ya mas de una veintena de años que habéis luchado por que nuestra

 Asociación Cultural El Pequeño Costalero

Y para que lo sepa quien quiera si no hay dinero para la banda se llevara un radiocasete con muchas pilas, y si la Virgen de los Ángeles no se les puede poner flores naturales, los costaleros se la harán de papel pero mis niños salen a la calle, salen a Sevilla a su barrio a enseñarle a sus abuelos y padres esa enfermedad que les han cautivado bajo los sones de una marcha y con su izquierdo racheo se van a pasear por Sevilla con gallardía como lo que son,

son el futuro del costal aquí en la tierra del Señor y de Maria.